jueves, julio 15, 2010

El cuento del niño que tenía las emociones cambiadas

Reinaldo, desde que llegó a este mundo tenía las emociones cambiadas. Cuando estaba alegre lloraba, y cuando estaba triste reía. El resto de su cuerpo y mente acompañaban este sentimiento, con los mismos gestos de alegría o tristeza como lo haría cualquier persona.


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Sus padres lograron percatarse de esta condición desde los primeros meses de vida de su amado hijo. Cada vez que interactuaban con él estimulándolo a reír como cualquier padre que juega con su hijo, Reinaldito comenzaba riendo, pero siempre terminaba llorando desconsoladamente. Así mismo, cuando por las noches pasaba frío en su cuna, o simplemente cuando quería estar en la cama "regaloneando" con sus padres, reía a carcajadas desde su oscura pieza durante varios minutos, preocupando a sus progenitores hasta el cansancio y la angustia.
Probaron con doctores, sanadores, y hasta curas, pero siempre era lo mismo. El bebé lloraba cuando estaba contento, y reía cuando tenía pena.
Cabe señalar a favor del pequeño y de sus padres, que Reynald demostraba los sentimientos precisamente en forma opuesta a los que correspondía, sólo cuando estos eran extremos. Es decir, esta condición se manifestaba cuando tenía mucha pena o mucha alegría, por lo cual no era tan terrible todo esto en su interacción social del día a día.
Sus papás criaron al pequeño con la inquietud de no saber porqué su hijo manifestaba sus sentimientos de una forma opuesta a lo que nosotros tenemos la convicción de la consecuencia lógica que provoca en los seres humanos un momento que definimos como alegre, y uno muy por el contrario, de tristeza.
Para muchos de sus familiares y amigos, Reinaldito era considerado como una persona distinta, con quizás algún grado de autismo ó un posible daño mental disfuncional, pero que nunca nadie supo con certeza lo que era. Los doctores habían diagnostico todo esto, como una patología mental que no era de gran relevancia para tener en cuenta para su crianza y que no ponía en riesgo su propia seguridad o la de los que lo rodeaban.
Lo cierto es que Reinaldo era una persona alegre e inocente como cualquier pequeño, que creció en un grato ambiente familiar tradicional rodeado de alegrías y personas a su alrededor.
Rei, cuando ya estaba entrado en la transición de dejar de ser niño, para comenzar a ser hombre, algunos esbozos de raciocinio comenzaron a surgir internamente en él, sin comentarle a nadie, cuestionándose así el porque cuando estaba con sus amigos, ellos reían ó lloraban según sea el caso, manifestando sentimientos opuestos a los que él consideraba que debían aplicar. Infirió para sus adentros decenas de veces en que sus amigos, eran malintencionados e irrespetuosos. De hecho, en más de alguna ocasión increpó a quienes desatinadamente lloraban en la Iglesia.
Con los adultos no tenía problemas porque en muy raras ocasiones los veía riendo o llorando.
El caso es que cuando bordeaba los catorce años, sin saberlo, Reynald se enamoró perdidamente por primera vez. Estaba descubriéndose a si mismo sin entender y sin juzgar como sus emociones y su cuerpo se manifestaban, llegando así a un instante en que, estando un viernes por la noche solo con su amada en el patio de la casa de una compañera de ella, y con los amigos espiando por entre la cortina del ventanal del living, Reinaldo se tomó de la mano con su amada y luego de lentos y torpes movimientos, se acercó con los ojos cerrados a los tibios labios de su amada, besándose con todo el alma, en una sensación única e infinita, alargando posteriormente el trance, en un abrazo que duró una vida, provocándoles que lágrimas brotaran de la fuente por sus enrojecidas mejillas que se transformarían sin escándalo en un llanto exquisito lleno de amor.
Luego del acto y como despertando, Rei abrió lentamente sus ojos mientras retornaba a su asiento, y mirando hacia abajo con una leve sonrisa, llevó suspirando la manga de su polerón a su cabeza para secar su empapada cara.
Fue justo en ese instante cuando el joven Reinaldo, se dio cuenta que efectivamente tenía los sentimientos cambiados.

5 comentarios:

Rodrigo Streitt dijo...

Comentario de prueba...será que no está funcionando esto y por eso es que ya no recibo comentarios??.

Anónimo dijo...

Interesante post..

Unknown dijo...

¿Porque juegas tanto con el nombre del protagonista?. Reinaldo, Reynald, Rei... pienso que es mas agradable a la vista y al oido, que sigas con un solo nombre.
Claudia

Mari Campos - Pelo Mundo dijo...

Interesante este post, pero... julio??? Hay que escribir más, "Rodriguito" :-)))

Rodrigo Streitt dijo...

Gracias por sus comentarios...tengo aún que corregir este post.
Me gustaría poder sentarme a escribir más blogs....He estado lento últimamente...