Cuál ha sido mi mayor logro deportivo?.
Al poco tiempo de haber llegado a Ecuador, luego de un fugaz paso por fútbol como arquero (que perdura hasta hoy en futbolito con gran performance me animo a apuntar), entré a jugar Rubgy, donde al primer entrenamiento me encanté con este deporte de la pelota ovalada.
Al poco tiempo de haber llegado a Ecuador, luego de un fugaz paso por fútbol como arquero (que perdura hasta hoy en futbolito con gran performance me animo a apuntar), entré a jugar Rubgy, donde al primer entrenamiento me encanté con este deporte de la pelota ovalada.
Mi posición siempre fue de tres cuartos. Iteré desde fly hasta wing por años, hasta que encontré mi posición en la cancha: “Full Back”.
Eras el último hombre. “Si te pasan es try..”, era todo lo que estaba en la cabeza durante todo el partido. Siempre con susto y la adrenalina a mil, me hallaba gran parte del partido solitario al fondo, pero siempre conectado con los otros catorce.
Era el número quince. El que corría, el que tackleaba, el que pateaba. Era la posición del elogio o del fracaso absoluto. “bajar como fuera al que llegara hasta ti…”
Eras el último hombre. “Si te pasan es try..”, era todo lo que estaba en la cabeza durante todo el partido. Siempre con susto y la adrenalina a mil, me hallaba gran parte del partido solitario al fondo, pero siempre conectado con los otros catorce.
Era el número quince. El que corría, el que tackleaba, el que pateaba. Era la posición del elogio o del fracaso absoluto. “bajar como fuera al que llegara hasta ti…”
Cuando salí del Colegio, entré a jugar a los Cóndores de Manquehue. ¡Que momentos más hermosos ¡. Sin duda es donde más me he llegado a identificar con una institución y a un grupo de compañeros.
Oh Cóndores it´s wonderful....
No era fácil entrenar dos veces por semana y jugar todos lo sábados, entre medio de clases y pruebas en la Universidad. Había que asumir todo un compromiso con el grupo, cargar con las lesiones (que no eran menores), estudiar y “meterle no más al cuento”.
Jugar al rugby no es como jugar al fútbol ó el tenis. Acá uno siempre entra a la cancha con susto, nervioso, inquieto y con la adrenalina a mil. La cosa era en serio: “meterle con todo”, o de lo contrario te pasaban por encima arriesgándote a serias lesiones.
Oh Cóndores it´s wonderful....
No era fácil entrenar dos veces por semana y jugar todos lo sábados, entre medio de clases y pruebas en la Universidad. Había que asumir todo un compromiso con el grupo, cargar con las lesiones (que no eran menores), estudiar y “meterle no más al cuento”.
Jugar al rugby no es como jugar al fútbol ó el tenis. Acá uno siempre entra a la cancha con susto, nervioso, inquieto y con la adrenalina a mil. La cosa era en serio: “meterle con todo”, o de lo contrario te pasaban por encima arriesgándote a serias lesiones.
No tiene mucha lógica para los que nunca han jugado, pero la sensación de grupo, de superación, etc, es indescriptible. Simplemete hay que jugar al Rugby para sentirlo.. .
Había que pegar, pensar, correr, tacklear, etc.. Este deporte tiene de todo. Al final, el tercer tiempo. Choripán, cervezas, anécdotas, las jugadas y los cantos acompañados del equipo contrario, generalmente con el que más te odiabas en la cancha.
Yo nunca fui ni muy rápido, ni muy fuerte pero durante más de 10 años me entregué a este hermoso deporte de las “Tres C”: Corazón, Camiseta y Cocos.
El mayor logro deportivo que he llegado a tener, fue salir campeón con los Cóndores del Campeonato Nacional de 2da división
1,2, 3….Cóndores
Había que pegar, pensar, correr, tacklear, etc.. Este deporte tiene de todo. Al final, el tercer tiempo. Choripán, cervezas, anécdotas, las jugadas y los cantos acompañados del equipo contrario, generalmente con el que más te odiabas en la cancha.
Yo nunca fui ni muy rápido, ni muy fuerte pero durante más de 10 años me entregué a este hermoso deporte de las “Tres C”: Corazón, Camiseta y Cocos.
El mayor logro deportivo que he llegado a tener, fue salir campeón con los Cóndores del Campeonato Nacional de 2da división
1,2, 3….Cóndores
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