viernes, febrero 25, 2005

Cabalho de Mar



Una mañana en plena luna de miel mientras estábamos con la Beatriz en Jericoacoara, dibujé con una rama naufraga que encontré en la orilla, la cabeza de un caballo sobre la arena semidura maquillada con brillantina que está al borde del agua salada. Media al menos dos metros de radio, era simétrico y se veía muy bien.
Estaba alegre y sumergido en un trance involuntario "metiéndole mano" al dibujo, sin pensar en el estado resultante que se trazaba metódicamente sobre la arena de ese hermoso lugar.
Cuando volví a mi mismo luego del lapsus que me provocó dibujar mi caballo, abrí con fuerza mi boca para rascar mis mejillas saladas - mis manos estaban con arena-, me alejé unos metros del lugar del suceso como buscando una perspectiva involuntaria y de reojo mientras prendía un cigarro, logré darme cuenta que realmente me estaba quedando muy bien mi ya ahora obra de arte.
Que alegre y orgulloso de mi mismo me sentí al ver de lejos que el caballo resplandecía con el sol en la arena.

Ya conciente de mi empresa, medité sigilosamente los minutos que duraba el resto del cigarro, sobre cuales debían ser las próximos trazos del dibujo.
Luego de una par de intentos ahora tímidos con la rama, decidí dejar mi proyecto tal cual como estaba, ya que se hacía muy complicado insertar el resto del cuerpo a la cabeza del caballo.
No me atreví a continuar trazando líneas en la arena, ya que me complicaba que si seguía dibujando, podría tal vez "arruinar", la obra que hasta el momento iba muy bien encaminada. -Mal que mal hacer el cuerpo de un caballo en la arena con una rama no es una tarea fácil, podría ser una excusa exquisita, pensé-.

El tema es que en lugar de seguir trabajando en mi obra con mayor, desistí a medio camino, para que cuando quedara en la arena, se viera un bosquejo impecable aunque fuera a medio finalizar.

¡Que falta de coraje!. ¿Por qué no le "eché para adelante", y ahora conciente, aunque quedara mal, hubiera intentado ponerle lomo, patas y cola a mi caballo?.

Mi cabeza de caballo "bien bosquejada, pero para mí a medio terminar", quedó en la arena a más de treinta metros de la orilla del mar.
No tenía idea lo mucho que sube la marea en Jericoacoara. Dos horas más tarde, del dibujo no quedaba rastro alguno. Nostalgia me dio ver que no estuviera el caballo en la arena. No por el dibujo mismo, sino porque a pesar de mi motivación y entusiasmo, sentí miedo de arruinar mi obra si continuaba trazando líneas, y además porque sabía que involucraría un trabajo durísimo continuar con el resto del cuerpo.

Será que estaba más preocupado de lucirme sentado frente al dibujo en la arena con la rama todavía en la mano para que cuando pasaran otras personas vieran el croquis de la hermosa cabeza de caballo que había trazado en la arena?.

Dos conceptos que merecen un análisis introspectivo afloraron en mí luego de haber visto que no había ningún dibujo en la arena:
- Me preocupa más la opinión del resto de las personas que ven mis proyectos, más que los proyectos mismos y mi relación personal con ellos?.
- Cuando me doy cuenta que algún proyecto me está quedando bien, en vez de continuar con más energías, dejo los proyectos de lado hasta que se los lleve el viento sin siquiera darme cuenta del porque no los terminé?.


Creo que siempre he sido egocéntrico, vanidoso, a veces mediocre y sobre todo miedoso.
Por medio de este, "mi primer blog", mi dibujo del caballo en la arena se transforma en una símil interno de los proyectos que me planteo día a día y que nunca termino.
¿Será que me influencia más la opinión de otros en cuanto a mis proyectos, más que mi propia opinión por los mismos?.
¿Será entonces que es el miedo y no una restricción de tiempo producto de mi trabajo profesional lo que realmente me limita a realizar mis proyectos?.
¿Será que no tengo el compromiso de llevar a cabo con seriedad mis proyectos?

Que Mediocridad Dios mío¡¡.Que banalidad¡¡.
Que diferencia hay entre alguien que sueña y que habla a los cuatro vientos constantemente de sus proyectos, pero que no hace nada, y una persona que no sueña, que habla poco y que tampoco hace nada?

Ahhhh, "que charcha..."
Son conceptos para analizar. Bueno, de ahí el nombre de mi nuevo blog: "proyectos inconclusos de Rodrigo Streitt".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me meti sin querelo en tu blogg. Me llamó la atención lo del estrecho cubículo que juega el papel de "tu lugar de trabajo" y me deje llevar por las letras, palabras, ideas. Compartí la descripción de tu sorpresa de cumpleaños y me sentí cómplice de la Beatriz por un rato.
Mientras leía... valoré las sorpresas de cumpleaños que he tenido.... que son muchas,. (por la cantidad de años que pesan en mis hombros) y por la creatividad de mi musa.
Pero no voy a hablar + de mi, sino de lo fácil y entretenido que es leerte. Imagínate que estaba en el trabajo cuando ingresé a tu blogg. Luego pasó mi jefe...supervisando y no pude dejar de seguir leyéndote... leí cabeza de caballo... y con un esfuerzo supremo de voluntad dejé de leer para decirte que es entretenido lo que escribes...

Rodrigo Streitt dijo...

Gracias Omar